En la boda de mi hijo, me dieron una mesa detrás del baño — Pero cuando hablé al micrófono…

Recuerdos de Marlucia Recuerdos de Marlucia

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23 ngày trước
Catalina, 62 años, viuda hace ocho años, jubilada como enfermera. Trabajó toda su vida en hospitales, cuidando gente, salvando vidas. Simple, humilde, pero con una dignidad inquebrantable. Madre de un hijo único.
Su hijo se casa con una mujer de familia adinerada. Los suegros son esnobs, materialistas, y desde el primer día despreciaron a Catalina por ser "una simple enfermera jubilada". Cuando llega el día de la boda, la novia y sus padres la sientan deliberadamente lejos de la familia, detrás del baño, en una mesita apartada, para que los invitados importantes (políticos, empresarios) no la vean. Es una humillación calculada y pública.
Lo que nadie sabe es que Catalina, hace quince años, salvó la vida de un hombre en la sala de emergencias del hospital. Ese hombre sufrió un accidente grave. Catalina pasó veinticuatro horas sin dormir cuidándolo, rehusándose a dejar su lado. Ese hombre se convirtió en un productor de televisión famoso. Ese hombre está en la boda. Y cuando ve a Catalina siendo humillada, decide actuar.