Mi mamá me envió un correo con una factura, exigiéndome 400,000 dólares por la boda de mi hermana...

Mi mamá me envió un correo con una factura, exigiéndome 400,000 dólares por la boda de mi hermana...

Permíteme compartir mi historia.
Crecí siendo ignorada, siempre a la sombra de mi hermana mayor.
Mi nombre es Eda, y mi hermana Teresa, tres años más grande que yo, parecía vivir bajo la luz constante de la atención de nuestros padres. Era como si fuera hija única.Cada cosa nueva —ya fuera el celular más reciente, unos zapatos de moda o una laptop moderna— siempre era primero para Teresa. Cuando ella actualizaba sus cosas, las viejas pasaban a ser mías. Nuestra familia no tenía problemas económicos, simplemente parecía que mis necesidades eran un pensamiento de último momento.La única que notaba esa diferencia era mi abuela materna. Cada vez que venía de visita, miraba mis cosas usadas con una expresión de disgusto, como si hubiera probado algo amargo. En esos momentos, discretamente me deslizaba un sobre con dinero.Cómprate algo bonito para ti”, me decía. “Algo que sea solo tuyo.”Mi abuela no solo era adinerada, también era realmente atenta. A diferencia de mis padres, se interesaba por mi vida: me preguntaba por la escuela, mis amigos, mis pasatiempos… esas cosas que cualquier padre debería preguntar, pero los míos simplemente no hacían.Cuando cumplí dieciséis, mi paciencia se había agotado. Estaba cansada de ser invisible en mi propia casa, de usar siempre la ropa vieja de Teresa, de sentirme como un fantasma dentro de mi familia. Así que decidí hacer mi propio camino. Conseguí trabajo en una cafetería local.