En la luna de miel, el duque prometió distancia — y suplicó por un beso antes del amanecer

Durante la luna de miel, el duque juró mantener la distancia, convencido de que el respeto era la mejor forma de amar. Sin embargo, a medida que la noche avanzaba, el silencio entre ambos se llenó de miradas, palabras no dichas y sentimientos imposibles de contener.

Cuando la primera luz del amanecer tocó el horizonte, él, el hombre que creía dominar sus emociones, cayó de rodillas ante el poder de un solo deseo: un beso.

Esta no es solo una historia de amor, sino de orgullo, rendición y del momento en que el corazón vence al deber...